miércoles, 27 de enero de 2016

SECRETOS DE UNA BUENA ANFITRIONA







¿Quién no ha sido anfitriona alguna vez?  Para mí es una de las cosas más gratificantes que hay. Agasajar a los amigos y colmarlos de caprichos para darles lo mejor que tienes: Tu, puesta al servicio de ellos por un día.

Lo primero que tienes que tener claro es ¿Qué tipo de reunión vas a organizar? Quieres algo informal: unas cositas de picoteo y algo de beber mientras entablas una conversación alrededor del sofá o por el contrario algo mas formal  como una cena. Tus invitados deben saberlo, ya que el vestuario va a ir acorde a la formalidad que quieras dar.

Programa con tiempo la comida que quieres ofrecer, no te metas en líos ya que  vas a salir mucho mas airosa si les ofreces aquello que sabes que lo bordas. Esa especialidad que cada vez que la haces te colman de alabanzas en tu familia. Recuerda tener cantidad suficiente por si tienes un invitado que devora todo lo que le pones en el plato, pero también recuerda que "menos es más". No planees demasiadas delicatesen, para evitar que todo el personal salga por la puerta como un globo. Algo variado de picar y un plato principal es más que suficiente. Para terminar algo dulce: pasteles mejor que tarta, mas variado y así cubres diferentes gustos.

A mi me fascina recibir a mis invitados con cava o champagne, me parece el aperitivo perfecto y lleno de glamour. Además te permite seguir hasta el final de la velada. Pero no todos se prestan a continuar en la cena con esta bebida así que es importante saber cual es el vino que mejor marida con tu plato principal y disponer de al menos una botella para cada dos comensales. Botellas de agua y algún refresco que otro preparado en el frigo, también es un buen acierto. ¡No te quedes corta de bebidas!

Y ahora tu, porque has sido tu la que has convocado, eres la anfitriona. ¡No pretendas brillar! Tu papel es el de entablar conversación con todos tus invitados haciendo que se integren entre sí y observando si necesitan que les sirvas un poco más de la bebida que estén tomando o si quieren repetir un poco más de tu plato estrella. Piensa que solo tu eres la encargada de levantarte para traer y llevar todo lo necesario en el desarrollo de la reunión.

¡Ah! Pon tus normas. No dejes hacer lo que habitualmente en tu casa no haces, como por ejemplo que te llenen de humo el salón. Establece un espacio para que los fumadores puedan calmar su vicio. Harás un gran favor tanto a unos como a otros.

Tendrás que mantener el tipo hasta que el último de tus invitados desee marcharse. Estate preparada y no bosteces o muestres signos de agotamiento (que te sobrara a raudales), tu aguanta.

Caerás agotada en la cama y con toda la cocina llena de platos y vasos para recoger mañana. Pero, ¡Qué gozada! Mañana serás la estrella y todos hablaran de lo bien que lo pasaron, lo rico que estaba todo y lo buena anfitriona que fuiste.


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